Inicios
La família Cortina inició su actividad hotelera en la antigua Casa Cremat de València d’Àneu, una de los pocos alojamientos que había a los inicios del siglo XX a los Valls d’Àneu.
En el año 1943, el abuelo Andreu Cortina (1913), “cabaler” de la casa, y después de vivir unos años en Francia debido a los efectos devastadores de la Guerra Civil Española, fue destinado por parte del Ministerio de Obras Públicas, al Refugio Verge de les Ares, camino del Port de la Bonaigua, que con la ayuda de su esposa Júlia y sus hijos, tenía que acoger a quién se atreviera a la aventura de cruzar el Port de la Bonaigua en su paso entre la Vall d’Aran y los Valls d’Àneu, además de cuidar la viabilidad de esta ruta.